!Ole mi niña!

En realidad a todos nos gusta cantar, al ducharnos, al fregar, al estar en nuestro rinconcito preferido….  Pero en cambio, cantar delante de otras personas, mucha gente lo considera algo desagradable. Al menos, esta es la opinión que se tiene aquí en Alemania, pues yo oigo decir a menudo:”esto no es para mí: yo no sé cantar.” Y es una verdadera lástima, porque en primer lugar, cada persona (y quiero decir realmente cada uno de nosotros,) puede aprender a cantar y en segundo lugar, sería una pena renunciar a la satisfacción de hacerlo.

Esto de todas formas en Espana, no entra en debate. Los padres animan a sus hijos con un !Ole mi nina! al oirles los primeros tonos, tanto si entonan como si no. Este sentimiento quisiera yo transmitir a todos y a cada uno de los participantes en mis cursos. Naturalmente se trata también de aprender la técnica y la expresividad, pero en primer plano se encuentran la satisfacción de cantar juntos y la alegría por la música y por el flamenco.

Cada clase empieza con ejercicios de respiración y técnica vocal. después cantando juntos, aprendemos las estrofas, y nos adentramos en el abanico de melodías de los diferentes estilos del flamenco.

En el curso de principiantes, se trata en primer lugar de conocer los distintos estilos del flamenco y descubrir uno mismo su propia voz. Sobre esta base, tenemos después en los cursos de adelantados mucha más seguridad, a la vez que, sin darnos cuenta, vamos descubriendo el desarrollo de la técnica y la expresión en nuestra personal voz flamenca.

No hace falta ninguna preparación ni en flamenco ni en español.

Sencillamente venir, cantar y disfrutar